CASA HUACA

San Isidro, Lima.

AC. 435 M2 / AT. 422 M2

PRIMER PUESTO - PREMIO A LA CALIDAD ARQUITECTONICA 2023. Categoría Vivienda Unifamiliar. Bienal Internacional de Arquitectura y Urbanismo de Lima.

Esta casa se ubica en distrito de San Isidro, en una zona residencial, de baja densidad y frente a un parque que se configura como un oasis verde entre dos avenidas principales. La casa reconoce los desafíos que presentan las grandes ciudades para la vida en una vivienda unifamiliar y aprovecha los recursos de su contexto para hacerlos parte de la experiencia de sus espacios.

El terreno sobre el que se desarrolla se encuentra en esquina, de forma rectangular, cuyo lado más largo está orientado al sur y el lado más corto hacia el parque Enrique Palacios. La propiedad tiene una pendiente negativa de un metro, que se desarrolla de este a oeste, siendo el lado mas bajo el frente hacia el parque. El terreno del lado norte tiene tres pinos de grandes dimensiones. Estos recursos del contexto serán lo que irán construyendo las estrategias del proyecto.

Mantenemos el nivel más alto del terreno para conectar al parque, cerramos la cara sur buscando protección solar y las vistas poco agradables. De esta manera la experiencia se configura bajo un guion, una secuencia de momentos, escenas, que se construyen con las capturas del escaso contexto natural para hacerlo propio.

Programa. En el primer piso ubicamos las áreas sociales y servicios varios, además de cocheras, jardines y piscina. En el segundo piso, las áreas intimas de la casa, habitaciones, salas de estar, terrazas y demás espacios accesorios. En el tercer piso un gimnasio y el área de servicio.

Materialidad. En la ciudad más desarrollada e industrializada del país, y en un distrito caracterizado por un anhelo de modernidad, esta casa se presenta hacia el exterior con muros de concreto armado expuesto, encofrado con estrías verticales, hacia el interior muros lisos y blancos, pisos de madera y piedra, según sea el caso.

Arquitectura Peruana. Aquel aprovechamiento de los elementos del contexto urbano mencionados al principio, son también un intento de estrechar lazos con el lugar, pertenecer, sin olvidar que además de estar en el San Isidro “moderno”, estamos en una ciudad milenaria. Arquitecturas de barro dispersas por la ciudad nos recuerdan aquel maravilloso pasado prehispánico y sus estrategias del espacio, la luz, paisaje, la sorpresa, en donde la forma como tal no fue el objetivo si no la resultante. Es tal vez por ese motivo que este objeto, cuya masa con perforaciones potentes, que a simple vista podría parecernos una Huaca, es aceptado sus propietarios, y esperamos también que por el vecindario y así pertenecer a este lugar y a su tejido que subyace a nuestro tiempo.